108 días han pasado, desde que Messi jugo su último partido con el Barça. El parón de selecciones le ha caído muy bien al equipo, ya que tuvo un inicio de temporada bastante agitado, y con 3 lesiones inesperadas. Esto resulto en que, a tres jornadas de Liga, el Barça tenga un arranque muy irregular, con una victoria, una derrota, y un empate. Esto lo tiene octavo en la tabla, con 4 puntos, y a 5 del líder, lo que hace pensar que, probablemente, con su estrella en forma, estaríamos hablando de tener mejores números y una mejor posición en la clasificación.

Una vez finalizada la fecha FIFA, regresa nuevamente la competición doméstica. Este sábado en el Camp Nou, el equipo tiene una visita muy incómoda, pues recibe al campeón de Copa, el mismo equipo que hace 3 meses y medio, le negó la posibilidad al Barça, de conseguir su doblete particular, con una Copa del Rey que habría resultado la nuvena de su historia, siendo el único equipo de España en lograr tal cosa.

Con la llegada del conjunto Ché, el Barça afronta un reinicio de Liga que no va a parar hasta las fechas de fin de año, y se le suma, también, que la próxima semana inicia la Champions. El torneo de clubes más prestigioso del mundo, un torneo que ansía ganar el equipo ya desde hace varias temporadas, pues qno se da desde el 2015 en Berlín.

Para afrontar estos desafíos, la vuelta de Messi es fundamental para el Barça, igual que para la mayoría de los aficionados a este club. El Barcelona está urgido de que su máxima estrella salte al campo y empiece a generar buen fútbol, contagiando al equipo, algo de lo que ha carecido en los últimos partidos, y en los que se ha notado la ausencia del mejor jugador del mundo. La vuelta de Leo es de vital importancia, sobre todo para no alejarse más de los puestos de arriba, y empezar a dar buenas sensaciones frente a los próximos partidos de Champions, en un grupo denominado de la muerte. Con la vuelta de Messi, gana el Barça, ganan sus aficionados, y gana el fútbol en general.

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